Mi encuentro con
El Jefe
Ayer salí del trabajo con la cotidiana congoja de la angustia y la frustración y también de abandonar aquel lugar que quita las horas de un buen pasar, necesito la pega ¡sí!, es verdad, pero no necesito aquel maltrato que cotidianamente me deja con ese dolor en el pecho lleno de ira y frustración. Ahora vuelvo de aquella meditación que trago paso a paso en dirección a la avenida principal a esperar la panacea del transporte que tanto publicitaron los dirigentes políticos mientras que los empresarios calladitos sacan cuentas positivas de las ganancias que van a tener. Hoy me entere, también, que esto estaba fríamente planificado a través del diario El Mercurio del domingo cuyas hojas dejaron botadas una vez que fueron leídas .
El Jefe
Ayer salí del trabajo con la cotidiana congoja de la angustia y la frustración y también de abandonar aquel lugar que quita las horas de un buen pasar, necesito la pega ¡sí!, es verdad, pero no necesito aquel maltrato que cotidianamente me deja con ese dolor en el pecho lleno de ira y frustración. Ahora vuelvo de aquella meditación que trago paso a paso en dirección a la avenida principal a esperar la panacea del transporte que tanto publicitaron los dirigentes políticos mientras que los empresarios calladitos sacan cuentas positivas de las ganancias que van a tener. Hoy me entere, también, que esto estaba fríamente planificado a través del diario El Mercurio del domingo cuyas hojas dejaron botadas una vez que fueron leídas .
En el paradero atiborrado de gente en espera de aquel bus magnifico que recuerda al acordeón que mí abuelo tocaba los días de fiesta, cuando toda la familia se juntaba, sean ellos ricos o pobres, la familia se unía una vez por mes y en los días de fiestas importantes. Mí mente viaja a esos momentos inolvidables donde uno sólo disfrutaba en un mar de seguridad y alegría, donde el transporte olía a combustible, metal y crema lechuga, ¡micro! ¡liebre! Eran los apodos que recibían aquellos medios de locomoción.
Ahora un bus amplio por fuera y angosto por dentro, son como el país entero todo para mostrar una imagen que no es, no importando el bienestar interior, se crece en tamaño para el exterior, para la imagen y por dentro la misma cosa. ..La gente comienza a subir, ya no son las monedas ni los billetes los que recibe el chofer, él afirma fuerte el volante como si de una carrera de formula uno se tratara, mira a la gente en un estado catatónico, inmutable y hasta abúlico, mientras un ojo electrónico opera como cobrador ¡biip! Suena a cada pasada de tarjeta, como si se tratara del jornal ganado en las empresas mineras de comienzos del siglo XX, ¡biip! Y mí mente establece una relación con todas las tarjetas de créditos que uno tiene, son los jornales del trabajador actual, las pulperías modernas son los supermercados y los mall – outsourcing les llaman los economistas-, donde los precios suben todos los días y los sueldos de uno se mantienen iguales, comida, ropa, educación transporte, etc. están siendo invadidos por este medio plástico, ¡el dinero de polietileno!. Tal vez como va la cosa hasta podríamos vivir una nueva matanza de Santa María, en otro lugar con otro nombre, pero hecho de sangre será donde el poder ostenta su fuerza dictatorial; ¿Democracia? Dicen que vivimos, pero los datos duros dicen que vivimos la dictadura del capitalismo, de los monopolios y la explotación del hombre y de la naturaleza de una forma que nunca antes se había visto. Total las materias primas extraídas de la naturaleza son ilimitadas como mostraban las películas de los años cincuenta provenientes de la industria cultural de Hollywood.
¡biip! Suena mi tarjeta, es mí turno de entrar por aquel pulpo metálico que contabiliza las entradas de las personas, pero no suena la tarjeta del que viene atrás mío, camino por los estrechos pasillos del bus hasta los asientos finales y me siento dando la espalda al camino a seguir, al lado se sienta el tipo que no le sonó la tarjeta.
D - amigo lo que usted piensa es penoso, me dice, pero es verdad...
yo-¿Cómo? –respondo-, este fulano se las da de pitoniso pienso mientras lo miro perplejo.
D -¡no me mire así!, Usted muchas veces ha expresado que desea conversar con Dios.
- Sí, pero, usted no es Dios. Miro fijo al hombre cuyo rostro lleva las marcas de la edad, cada una mas profunda que otra, su pelo largo y canoso mas parece la creación de varias arañas ociosas, sus ojos con sus dilatados iris de color café asemejan derrame ocular, su vestir haraposo de siglos pasados, solo muestra el desgaste de la tela. Lo extraño que no da mal olor como otros mendigos...
D-Y ¿porqué no soy Dios? ¿Por qué no te muestro magia ni actos pomposos? O ¿porqué dejo que exista miseria y dolor en el hombre?
- ¡Upsss! un frenazo brusco en plena noche recuerda las aceleradas y frenadas de las antiguas micros amarillas -que eran más nuevas que yo, jajaja-; y me apresuro a preguntarle : -¡bueno! si usted es Dios
¿ porqué genera tanta miseria y violencia en el hombre?
D-La verdad desde que los deje con el libre albedrío, son ustedes los que optan por el camino que desean, aunque la riqueza es un premio, hoy por hoy existe un empoderamiento de este premio divino para los hombre por parte del Príncipe de este mundo
- Yo no creo en el demonio ni en sus secuaces, ni tampoco en que Dios sea un hombre como tú
D-Ya lo sé, lo sé, que piensas así, pero ¿dime si en tú organización no existen personajes que harán de todo por mantenerse en el poder a pesar de que no tengan dedos para el piano?
- Sí y bastantes q ue se creen con los conocimientos, pero sólo saben gritar, ofender y nada más, además que ascienden por compromisos contraídos con los superiores; se acallan hechos que dañan a personal e institución con la finalidad de escalar mas puestos, los meritos no existen y las evaluaciones se entregan sin saber como eres evaluado.
D- Yo sé como es el ambiente existente dentro de tu organización, entre todos los funcionarios, no es buena, está llena de desconfianza, recelo, frialdad y nulo respeto . Me da pena, normalmente me encuentro en el oratorio de la iglesia cercana a tu institución, pocas personas me van a ver o me llaman , a muchos si los conozco sucios, sudorosos , cansados, agobiados, son las personas de los rangos inferiores, aquellos que las jefaturas no saludan porque se pueden ensuciar, como si fuera lepra o alguna enfermedad contagiosa como la que a veces portan ellos en sus almas, envilecidas, ciegas por vender su alma al diablo y ven al que trabaja con el sudor en la frente como un espejo de la podredumbre interna que tienen y arrastran. ¡HAZ PENSADO COMO SON EN SU FAMILIA?¿SI LO MATERIAL LOS HACE VERDADERAMENTE FELICES?
- ja ja ja no me vengas con ese cuento, es como el del tío, el dinero no hace la felicidad, pero ¡pucha que ayuda! compadre, me gustaría ganar lo que ellos ganan, ¡que no haría!, -le digo con ironía y risa socarrona-.
Sus ojos me miran con la profundidad de aquel que puede ver detrás de los muros, siento que llega a observar la congoja -no sólo mía- la de todos
D- hummmmm, la cosa esta seria en toda la humanidad, basta que mires a tu alrededor y veraz demonios destruyendo todo, apoderándose de la riqueza, de transformando la civilización en un mundo destrozado, lleno de dolor y anarquía, lo único que se muestra como salvadora de esto es el dinero, el obtenerlo a destajo no importando como, el respeto se desvanece como el agua que corre por la vereda dentro de la alcantarilla, los buenos deseos también. Mientras más escalan los pobres de espíritu más indolentes se ponen, miralos en tu jefatura, en la gente que se muestra vacía de espíritu, no significa que todos los domingos anden rezando o vayan a misa o que luzcan cruces de mi hijo o de la virgen María, o de otros santos, eso es fetichismo y no lo permito, quien lo genera es el príncipe de este mundo.
- y ¿cómo aún celebramos la navidad, que es el día que nació tu hijo?
D-A ver, que se acuerden del nacimiento no lo creo, se preocupan más del regalo a realizar, y de endeudarse hasta las patas por unos minutos de felicidad ¡ a las doce se abren los regalos! A esa hora nació. ¿Quién nació a las doce?. Y aún más los regalos debieran ser entregados el seis de enero , día que ustedes suponen llegaron los reyes magos con agasajos para Jesús cristo. Pero esto es mas de forma que de fondo.
De fondo son los aguinaldos, la burla antí ética y moral de darles a cada funcionario $20.000, sí eso ahora no alcanza para nada en Chile, ni siquiera para pagar una cuenta, sueldos bajos míseros, que no satisfacen ni siquiera las necesidades básicas. Sólo puedo expresar esto no puedo arreglarlo porque son las personas que ostentan el poder quienes deben optar a ser mis hijos o alinearse al otro lado , al mundo terrenal del príncipe caído.
D- me queda sólo mostrar que existo y que estoy contigo siempre hijo, la gente debe saber que cuando se unen dos o más en mí nombre ahí también estoy.
El transporte esta repleto y un grito de apurate h... me saca de la conversación, al volver la vista el asiento de mí lado esta vació a pesar de estar completo el bus...