jueves, 3 de septiembre de 2009

¿POR QUÉ NO SE HA ENTERADO DE LA REFORMA?

Nuestro país y sus trabajadores desde la implementación del Plan Laboral creado por José Piñera (hermano del candidato empresario), ministro de la dictadura, ha sido sometido al abuso desalmado por parte de la patronal.
En efecto, facilitado por la normativa legal del Código del Trabajo que desmanteló los sindicatos, el poder empresarial se situó sin contrapesos en la sociedad y colocó en un plano de desigualdad enorme la relación empleado-patrón, con consecuencias perfectamente visibles, como la pésima distribución del ingreso, la ausencia de interlocución eficiente entre trabajadores y empresa, el miedo a la denuncia, inoperancia en las condiciones de seguridad, el chantaje del empleo, elementos inconcebibles para una sociedad que apunta al progreso, pero sí identificables para la estrategia de un sector minoritario, pero hegemónico que construye, en complicidad con la inanición de la mayorías, un entramado institucional, que perpetúe sus privilegios sin entredichos.
Además del tejido legal intencionado, los grupos de poder empresarial se sirven de sus medios de comunicación televisivos, radiales, escritos, digitales, etc, para crear con eficientes maniobras comunicacionales patrones de conducta que anulen la conciencia crítica, el juicio al entorno y obstaculicen la asociación de la causalidad y su efecto.
Este laboratorio de la desinformación pretende encubrirse en su mismo instrumental y en su gigantesca operatividad, sin embargo con ejemplos sencillos es fácil comprender su lógica y de donde provienen sus sostenedeores.
El 31/08 comenzó a regir en Santiago la reforma procesal laboral, concluyendo un itinerario que comenzó hace meses en las otras regiones del país, pues bien, de ello ni una palabra, ni un análisis, ningún debate, ocultamiento total y recién el lunes 31 los noticieros descubrieron esta trascendente noticia, 20 segundos y una analista desmayada en la señal privativa del supuesto canal nacional, permitieron a la prensa satisfacer la vocación informativa de sus obedientes editores, la saciedad total sin embargo, con el menú de siempre, la crónica insulsa, el choclo mutante y la capacidad emprendedora de un productor de aceitunas, un panorama real del acontecer nacional, sencillo, es mas útil impactar con la tontería de moda que informar algo que sacude un cimiento del poder.

Como trabajadores y mayoría, la reforma es un acontecer esperanzador que viene en parte a hacer justicia a tantos años de chantajes; humillaciones; accidentes fatales evitables, invalidez; discriminaciones, acosos y toda una lista de excesos por parte de un empresariado matón y prepotente.
No obstante, este avance, los trabajadores no se pueden fiar, hoy mas que nunca deben crearse mas sindicatos, solidificar las organizaciones existentes galvanizando las redes asociativas, promoviendo la educación y la autocapacitación, sólo así estaremos en condiciones de asegurar los cambios definitivos para crear una sociedad realmente democrática que termine con los engaños y confíe en sus trabajadores como los principales motores del desarrollo y el progreso.
Se requiere cambiar la ley laboral y la Constitución por un carta fundamental que asegure los derechos de las personas, que consagre, por sobre la propiedad, al ciudadano, que se asegure la salud y la educación por sobre el negociado.
El trabajo debe superar su condición de mercancía y el derecho al trabajo su condición de mercado. Esto sólo puede lograrse con la acción de sus principales representantes, los asalariados, nosotros.

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