JOHNSON´S Y COPESA Encabezan el listado de firmas con prácticas antisindicales.
La Dirección del Trabajo entregó un informe con 45 empresas que han despedido a sus dirigentes, de acuerdo a fallos definitivos de la Justicia en 2007.
La multitienda y la empresa periodística Copesa- controladora de los diarios La Tercera y La Cuarta- son las empresas vigentes que se repiten en el listado de compañías que despidieron ilegalmente a sus dirigentes sindicales.
La multas son de 120 UTM (4.160.160 pesos ) en el caso de Johnson´s y de 25 UTM en el caso de Copesa ( 866.700 pesos).
A ellos se suma la desaparecida firma Montecarlo Administradora, ahora supermercado Santa Isabel.
La multa mas alta fue recibida por Distribuidora Alimenticia HVC, de Concepción sancionada con 160 UTM ( 5,5 millones de pesos )
Fuente: www.cooperativa.cl
A la luz de esta información resulta irrisorio el monto de las multas, para empresas que facturan millones y millones de pesos.
Esa situación demuestra que el sistema es absolutamente contrario a los trabajadores y está hecho a la medida del empresariado prepotente que, según los casos expuestos, contradicen descaradamente la abundante mensajería publicitaria de preocupación por los clientes, mientras sus trabajadores sufren el atropello de los escasos derechos que otorga la retrógrada ley laboral.
Piense usted, que en los agitados días de la implementación del Transantiago o Transanasco,como quiera llamarle, la solución planteada para contener la evasión a los buses fue la de aplicar multas, incluso se mencionó $30.000 pesos el monto de la sanción.
En un sencillo ejercicio, considere los siguiente, la mayoría de las personas que ocupan el transporte público son trabajadores y estudiantes, o acaso usted cree que un gerente, un director o un empresario se mueven en las latas incómodas del Transantiago o se aturden en ese sauna llamado Metro, obvio que no.
Entonces, para estas personas , en las que me incluyo, con sueldos promedio entre los $200.000, aplicar una multa de $30.000 equivale a:
¡mas del 25% del sueldo!
¿Qué le parece?
Sin embargo, a las empresas por burlar arteramente la Ley se les aplica en multas el equivalente a casi 30 trabajadores con $200.000 de sueldo o el equivalente a los honorarios de un Director.
¿Por qué no se les sanciona con el 25% de sus ingresos mensuales, al igual que ocurre con una falta de tránsito o comercio ambulante? O acaso vender chocopandas en las micros es mas delito que violentar los derechos de los trabajadores.
No compre en Johnson´s y tampoco lea La Tercera ni La Cuarta.
Sea solidario con sus pares, prefiera las empresas que respetan la Ley.
Detalles de la lista
http://www.dt.gob.cl/1601/article-95482.html
Reposicionar el sentido de clase trabajadora y con la unidad como herramienta, vencer el individualismo para superar el modelo de desigualdad neoliberal
jueves, 27 de marzo de 2008
martes, 25 de marzo de 2008
JEFES A DEDO
Con la misma representatividad de un billete falso, pletóricos del lustre proporcionado por su escalada, a cuenta de lisonjería barata, sin otro mérito que la conveniente adulación al mando respectivo y la premeditada divulgación de las supuestas deficiencias de sus compañeros de trabajo, deambulan por las empresas, ciertos individuos que gracias a estas “hazañas” profesionales, acceden a cargos con responsabilidad de mando sin la legitimidad que otorga el reconocimiento espontáneo a la virtud de mando basado en la confianza plena de sus empleados y la identificación con un liderazgo positivo, ni menos de comprobables méritos laborales..
Ya instalados en el pedestal de la orden, la organización y la ejecución de tareas estos individuos, definitivamente sin aptitudes, ni actitudes, se ufanan del poder que les permite despedir, y atemorizan a sus subalternos con " O cumplen o se van " ó la clásica " Al que no le guste, la puerta es bien ancha".
Es bien sabido que muchas veces este tipo de acciones encubren las debilidades de quienes no son otra cosa que una proyección a escala de su mentor, pero con la constante preocupación de calcular el alcance y magnitud de su réplica.
Estas jefaturas, ante la carencia natural de liderazgo y empatía con sus dirigidos necesitan del acoso y el autoritarismo para cumplir con el ascenso o responder a las simpatías patrocinantes, y así - ante su ineficiencia y torpeza - justificar sus inmerecidos cargos, que muy pocas veces se ratifican en profesionalismo y auténtico reconocimiento por parte de sus empleados.
Con el argumento desechable de la “conflictividad”, se aparta de las jefaturas a los perfiles menos dóciles, cuando en realidad son personas con capacidades ratificables en la experiencia, con adecuada capacitación técnica o profesional, empleados con visión crítica que evidencia no sólo preocupación y atención de su entorno, sino también iniciativa para organizar el trabajo con objetivos claros que, por supuesto, impliquen mejoras en la calidad del ambiente de trabajo y por consiguiente calidad en el servicio entregado.
La tendencia de estas personas a reparar en las falencias, a presentar indicaciones y críticas al sistema, al contrario del funcionario estático y cumplidor, debiera ser advertido como un elemento constructivo, orientado al progreso, sin embargo, estas virtudes parecen no significar demasiado a la hora de ascender personal, reubicación con aumentos de sueldos, ya que a la hora de las decisiones las altas jefaturas optan por desplazar a aquellos que demuestran cualidades que debiliten u opaquen sus propios títulos.
Este tipo de relaciones es desafortunadamente muy común no sólo en esta empresa sino en la gran mayoría de las empresas del país y quizás del mundo, donde la intriga , la ambición de poder y el individualismo es, para algunos individuos, el vehículo mas seductor para obtener los favores de las jefaturas en desmedro del compañerismo y el trabajo en equipo, demás está agregar que quienes acceden a ascensos bajo estas condiciones sólo responden al estímulo volátil de la diferencia en los montos del sueldo y en ningún caso a la pretensión de eficiencia y la mejora de los procesos de trabajo, refrendado en la cooperación y el respeto
De acuerdo a este análisis resulta obligatorio reflexionar ante la ineludible responsabilidad de quienes ascienden a estos personajes sin reparar en sus verdaderas capacidades de dirección y de trabajo y sólo deseen procurarse tipos con personalidades a su alcance,pero infalibles a la hora de imponer su posición a quienes organizativamente están un peldaño bajo ellos.
La interrelación de los grupos laborales y mandos de la organización o empresa aparece como un esquema tensionado según el interés condescendiente de aquellos que requieren de colaboradores subordinados y a su disposición, en oposición a los intereses del grupo o la comunidad.
Ya instalados en el pedestal de la orden, la organización y la ejecución de tareas estos individuos, definitivamente sin aptitudes, ni actitudes, se ufanan del poder que les permite despedir, y atemorizan a sus subalternos con " O cumplen o se van " ó la clásica " Al que no le guste, la puerta es bien ancha".
Es bien sabido que muchas veces este tipo de acciones encubren las debilidades de quienes no son otra cosa que una proyección a escala de su mentor, pero con la constante preocupación de calcular el alcance y magnitud de su réplica.
Estas jefaturas, ante la carencia natural de liderazgo y empatía con sus dirigidos necesitan del acoso y el autoritarismo para cumplir con el ascenso o responder a las simpatías patrocinantes, y así - ante su ineficiencia y torpeza - justificar sus inmerecidos cargos, que muy pocas veces se ratifican en profesionalismo y auténtico reconocimiento por parte de sus empleados.
Con el argumento desechable de la “conflictividad”, se aparta de las jefaturas a los perfiles menos dóciles, cuando en realidad son personas con capacidades ratificables en la experiencia, con adecuada capacitación técnica o profesional, empleados con visión crítica que evidencia no sólo preocupación y atención de su entorno, sino también iniciativa para organizar el trabajo con objetivos claros que, por supuesto, impliquen mejoras en la calidad del ambiente de trabajo y por consiguiente calidad en el servicio entregado.
La tendencia de estas personas a reparar en las falencias, a presentar indicaciones y críticas al sistema, al contrario del funcionario estático y cumplidor, debiera ser advertido como un elemento constructivo, orientado al progreso, sin embargo, estas virtudes parecen no significar demasiado a la hora de ascender personal, reubicación con aumentos de sueldos, ya que a la hora de las decisiones las altas jefaturas optan por desplazar a aquellos que demuestran cualidades que debiliten u opaquen sus propios títulos.
Este tipo de relaciones es desafortunadamente muy común no sólo en esta empresa sino en la gran mayoría de las empresas del país y quizás del mundo, donde la intriga , la ambición de poder y el individualismo es, para algunos individuos, el vehículo mas seductor para obtener los favores de las jefaturas en desmedro del compañerismo y el trabajo en equipo, demás está agregar que quienes acceden a ascensos bajo estas condiciones sólo responden al estímulo volátil de la diferencia en los montos del sueldo y en ningún caso a la pretensión de eficiencia y la mejora de los procesos de trabajo, refrendado en la cooperación y el respeto
De acuerdo a este análisis resulta obligatorio reflexionar ante la ineludible responsabilidad de quienes ascienden a estos personajes sin reparar en sus verdaderas capacidades de dirección y de trabajo y sólo deseen procurarse tipos con personalidades a su alcance,pero infalibles a la hora de imponer su posición a quienes organizativamente están un peldaño bajo ellos.
La interrelación de los grupos laborales y mandos de la organización o empresa aparece como un esquema tensionado según el interés condescendiente de aquellos que requieren de colaboradores subordinados y a su disposición, en oposición a los intereses del grupo o la comunidad.
viernes, 14 de marzo de 2008
FIN A LOS DESPIDOS
Durante los últimos 4 años, los meses de verano, paradójicamente, se transforman en un oscuro augurio de incertidumbre para los Trabajadores de Universidad de Las Américas en cualquiera de sus razones sociales UDLA, INDAE, BAPROAL.
Los despidos de funcionarios se convirtieron en desafortunada costumbre. Sin contemplaciones y en procedimientos de dudoso decoro, para una empresa de educación, muchos de nuestros antiguos compañeros o aquellos a quienes ya empezábamos a distinguir fueron desvinculados ( nuevo concepto para decir lo mismo: DESPIDO ).
Es tremendamente desconcertante que una empresa que por iniciativa propia se somete al escrutinio de sus empleados y reciba una contundente señal de reprobación a la calidad de los lugares de trabajo, no pueda otorgar un ambiente laboral motivante y de pleno estímulo para sus trabajadores, con la estabilidad como eje.
Recientemente en entrevistas con autoridades la Directiva de SUDLA, pudo conocer y consta en actas, la versión de la empresa acerca de los despidos de febrero de 2008, según se explicó, se pretendía una renovación de liderazgos en la Academia, nuevos bríos para revertir el momento post negativa de Acreditación y propiciar un adelanto modernizador de la estructura docente.
La empresa a través de sus representante e interlocutores enfatizó que este proceso respondía a un criterio netamente estratégico y no presupuestario, por lo que los eslabones inferiores del organigrama no estarían incluidos en estos ajustes. Además todos los cargos vacantes serían cubiertos en el menor plazo posible.
Hoy, insertos en el caótico inicio de clases y la vorágine del mes de marzo, corresponderá, a criterio de cada uno de nosotros, en cada departamento, en cada oficina, cerciorarnos si lo expuesto por la empresa se cumplió o no, si la versión entregada fue legitimada por los hechos o no.
Si la Dirigencia de UDLA, asume, ante el esclarecedor revés institucional como la no acreditación y los resultados del estudio encargado a Great place to work - una profunda reforma de sus autoridades y propuestas - esto nos permite concluir que mayoritariamente el esfuerzo principal para mantener vigente a la empresa fue y es el de LOS TRABAJADORES, en admisión, financiamiento, secretarias, secretarías docentes, salas de profesores, biblioteca, asistentes, profesores, administrativos de toda índole, mantención, auxiliares, casino y todos aquellos que marcan su asistencia en la mañana y parten cuando el sol se comienza a ir o definitivamente ya no está.
La importancia de nuestro trabajo, la experiencia que surge a partir de las cientos de horas en contacto con alumnos, profesores y público nos otorga un potencial extraordinario, que debe ser reconocido.
La impronta institucional que proyectó, a través de su discurso, el Rector Sr. Jorge Yutronic durante la Refundación , en lo referente a que los trabajadores deben ser protagonistas en el quehacer diario, aportar al crecimiento y a desempeñarse en confianza, son notables aspiraciones que necesitan de un esfuerzo sincero y transparente, honrar con hechos la institucionalidad que se pretende.
Precisamente y en relación a los hechos comentados la Directiva de SUDLA, también se entrevistó durante febrero con Jorge Yutronic quien en una conversación de hora y media se explayó en variados temas de gran importancia , entre ellos deslizó su ideal de interrelación entre empleados y mandos, subrayando en la necesidad de democratizar la dependencias laborales, convencido del aporte de los trabajadores y la organización sindical.
El respeto a la libertad de asociación, en especial a los sindicatos como representación de equilibrio y expresión legítima de los trabajadores es una prioridad y un ejercicio de madurez social.
La Directiva de SUDLA expone a la comunidad estos eventos, que en un principio sólo estaban reservados para conocimientos de los socios, pero que por la fuerza de los acontecimientos nos parece oportuno difundir para la totalidad de los trabajadores.
Los despidos de funcionarios se convirtieron en desafortunada costumbre. Sin contemplaciones y en procedimientos de dudoso decoro, para una empresa de educación, muchos de nuestros antiguos compañeros o aquellos a quienes ya empezábamos a distinguir fueron desvinculados ( nuevo concepto para decir lo mismo: DESPIDO ).
Es tremendamente desconcertante que una empresa que por iniciativa propia se somete al escrutinio de sus empleados y reciba una contundente señal de reprobación a la calidad de los lugares de trabajo, no pueda otorgar un ambiente laboral motivante y de pleno estímulo para sus trabajadores, con la estabilidad como eje.
Recientemente en entrevistas con autoridades la Directiva de SUDLA, pudo conocer y consta en actas, la versión de la empresa acerca de los despidos de febrero de 2008, según se explicó, se pretendía una renovación de liderazgos en la Academia, nuevos bríos para revertir el momento post negativa de Acreditación y propiciar un adelanto modernizador de la estructura docente.
La empresa a través de sus representante e interlocutores enfatizó que este proceso respondía a un criterio netamente estratégico y no presupuestario, por lo que los eslabones inferiores del organigrama no estarían incluidos en estos ajustes. Además todos los cargos vacantes serían cubiertos en el menor plazo posible.
Hoy, insertos en el caótico inicio de clases y la vorágine del mes de marzo, corresponderá, a criterio de cada uno de nosotros, en cada departamento, en cada oficina, cerciorarnos si lo expuesto por la empresa se cumplió o no, si la versión entregada fue legitimada por los hechos o no.
Si la Dirigencia de UDLA, asume, ante el esclarecedor revés institucional como la no acreditación y los resultados del estudio encargado a Great place to work - una profunda reforma de sus autoridades y propuestas - esto nos permite concluir que mayoritariamente el esfuerzo principal para mantener vigente a la empresa fue y es el de LOS TRABAJADORES, en admisión, financiamiento, secretarias, secretarías docentes, salas de profesores, biblioteca, asistentes, profesores, administrativos de toda índole, mantención, auxiliares, casino y todos aquellos que marcan su asistencia en la mañana y parten cuando el sol se comienza a ir o definitivamente ya no está.
La importancia de nuestro trabajo, la experiencia que surge a partir de las cientos de horas en contacto con alumnos, profesores y público nos otorga un potencial extraordinario, que debe ser reconocido.
La impronta institucional que proyectó, a través de su discurso, el Rector Sr. Jorge Yutronic durante la Refundación , en lo referente a que los trabajadores deben ser protagonistas en el quehacer diario, aportar al crecimiento y a desempeñarse en confianza, son notables aspiraciones que necesitan de un esfuerzo sincero y transparente, honrar con hechos la institucionalidad que se pretende.
Precisamente y en relación a los hechos comentados la Directiva de SUDLA, también se entrevistó durante febrero con Jorge Yutronic quien en una conversación de hora y media se explayó en variados temas de gran importancia , entre ellos deslizó su ideal de interrelación entre empleados y mandos, subrayando en la necesidad de democratizar la dependencias laborales, convencido del aporte de los trabajadores y la organización sindical.
El respeto a la libertad de asociación, en especial a los sindicatos como representación de equilibrio y expresión legítima de los trabajadores es una prioridad y un ejercicio de madurez social.
La Directiva de SUDLA expone a la comunidad estos eventos, que en un principio sólo estaban reservados para conocimientos de los socios, pero que por la fuerza de los acontecimientos nos parece oportuno difundir para la totalidad de los trabajadores.
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