Y LOS DESPIDOS SIGUEN SIN JUSTIFICACIÒN ALGUNA


Días antes del festejo por el día del trabajador, se tuvo una conversación con un docente sobre la situación que está realizando la universidad, que se puede entender como una depuración de sus trabajadores en forma subrepticia y sin información del por qué se hace este proceso que genera en los “colaboradores” tanta tensión. Ante la expresión estamos todos locos, en forma sorpresiva ingresa una persona preguntando por la psicóloga, lo cual nos deja perplejo y la cuota de humor infaltable en una situación casi tragicómica -expresa el profesor-, “lo único que falta es que atienda a todos los locos que vamos quedando”.

Esto expresa la situación de inestabilidad y tensión por parte de los funcionarios y docentes que están jugando en la cuerda floja sin querer realizarla, sin saber las causas o motivos para jugar tan singular deporte por parte de las esferas gerenciales. El que aún existan personas ineficientes en el trabajo no es culpa de los “peones”, sino de las cabezas pensantes o sujetos que poseen mayor libertad para desarrollar funciones que permitan a la institución superar los obstáculos que el entorno le va imponiendo. Acostumbrados siempre a jugar con cartas bajo la mesa han convertido a la institución en lo que es, no siendo culpa del trabajador que sólo ejecuta una sola función de características administrativas, de sujetos que tienen características de personas de segundo orden, pues los de primer orden siempre han dejado mucho que desear dentro de la institución universitaria.

El despido de personas cuya labor de segunda línea ha sido intachable, demuestra la poca calidad de los profesionales que van quedando dentro de la organización, lo que conlleva a muchos a pensar en ser despedidos que mantenerse en un nivel de tensión que no los vale. El Centro de Vida al Estudiante es un claro ejemplo de esto, el que hayan elegido a un funcionario que cumple con eficiencia y eficacia su labor, por el sólo hecho de no ser un sujeto de la devoción de una jefatura que no ha podido levantar un departamento en calidad y eficiencia, demuestra lo expresado


A nuestro amigo y compañero Manuel Vallejos, que fue despedido por una jefatura poco proactiva